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VIRGEN DE LA ALTAGRACIA: Devoción e Historia

21 Ene Posted by in Uncategorized | Comentarios desactivados en VIRGEN DE LA ALTAGRACIA: Devoción e Historia
VIRGEN DE LA ALTAGRACIA: Devoción e Historia
 

Para que el tema de La Altagracia pueda ser bien entendido, hay que partir primero de la concepción teológica de la misma: La Alta-Gracia, referida a María, significa que a María se le concedió la más alta gracia, que es ser la Madre de Dios.

Esta advocación tiene dos tiempos y dos lugares distintos, donde tiene su expresión: España desde el siglo VI y República Dominicana en el inicio del XVI. Virgen de Gracia es el título que le dan en 337 lugares de España, y Virgen de Altagracia con 6, únicamente en Extremadura.

Es desde esta Extremadura desde donde se lleva a la española la devoción y el cuadro, que hará famosa a la ciudad de Higüey. Y tengo para mí que es el Gobernador Nicolás de Ovando, nacido y criado en el marco de la Extremadura altagraciana, el que con sus extremeños la hace presente en República Dominicana.

Llega a la isla el 15 de Abril de 1502 con 30 barcos y 1200 hombres, 77 de ellos naturales de Garrovillas, lugar de gran devoción altagraciana. En 1503 se veneraba ya en la ciudad de Santo Domingo a la Virgen de la Altagracia, muy concretamente en la orilla occidental del río Ozama, a donde Ovando había trasladado la Ciudad.

Una «negra piadosa» (así la llama la historia) mantenía una capilla de paja, donde se veneraba a la Virgen de la Altagracia, con el beneplácito del Gobierno y del pueblo. Y junto a esa capilla Nicolás de Ovando fundó el primer hospital de América. «El principio de esta fundación, – dice el cronista Alcocer en 1650- fue un boxio, donde hoy está la capilla de ntra. Sra. de Altagracia, que era de una negra piadosa».

Quién fuera esta piadosa mujer, cuál su nombre y procedencia, es algo que desconocemos, pero sí merece un reconocimiento muy digno, porque fue ella la que edificó la primera capilla de América y la que llevó oficialmente la devoción a la Altagracia, sin duda apoyada por Nicolás de Ovando, pues en su fundo él edificó el Hospital.

El cuadro:

Cinco años más tarde aparecen ya en Salvaleón de Higüey los hermanos Trejo, llevando consigo un cuadro milagroso de la Altagracia, que se haría famoso en el mundo cristiano. De ellos nos dice el mismo cronista Alcocer: «Consta que la trayeron a esta isla dos hidalgos de Placencia en Extremadura, nombrados Alonso y Antonio de Trexo, que fueron los primeros pobladores desta isla».

Tronos de la Virgen:

Bohío: Fue el primero un bohío en Salvaleón de Higüey, donde fue expuesto por los hermanos Trejo, ante la solicitud del pueblo, que había experimentado diversos milagros por su mediación. Juan de Trejo, alcalde de Salvaleón en 1509, así lo afirma.

El Naranjo: El cuadro, que se veneraba en el bohío, apareció en la copa de un naranjo, mirando hacia el lugar, que hoy ocupa la ciudad de Higüey, en Republica Dominicana. Tantas veces se devolvía el cuadro al bohío, otras tantas volvía el cuadro al naranjo. Desde entonces hasta el día de hoy, siempre hay un naranjo en el mismo lugar, en recuerdo y veneración del suceso extraordinario.

La iglesia antigua: Hacia 1541 se edifica esta iglesia, que ha servido de hogar al cuadro milagroso y donde ha crecido la fe de miles y miles, que se han acercado a él. En su construcción tuvo un papel esencial un Simón Bolívar, del que trataremos después.

La Basílica: Por los años 40 el siempre incansable Mons. Eliseo Pérez Sánchez lanzó la idea de elevar a la Virgen una Basílica en Higüey, que tuviera capacidad para tantos peregrinos, como la visitan y que fuera al mismo tiempo digno trono de la Virgen.

Presentado el proyecto a concurso internacional, fue aprobado el presentado por los arquitectos franceses Jacques Dunoyer de Segonzá y Pierre Dupré, que hubieron de hacerse responsables de llevarlo a cabo por las dificultades de su estructura.

Fue consagrada e inaugurada en 1971.

Simón Bolívar – el viejo: En esta historia de Higüey nos encontramos con un personaje que nos conecta con la historia de la Liberación de los pueblos de América: Simón Bolívar, 5º abuelo del libertador Bolívar. Mayordomo-tesorero de la iglesia de Higüey, escribe al Rey en solicitud de ayuda para terminarla: Pedimento: «quiero enviar a suplicar a vuestra Real persona sea servido hacer alguna limosna para hacer y acabar la dicha casa de nuestra Señora… Es casa de mucha devoción en esta isla y muy frecuentada de romerías… y dicen milagros que a fecho y que…. sola es la que en esta ysla le tiene que ha fecho milagros».

En 1578 se trasladó a Caracas y tuvo un hijo sacerdote, llamado Simón Bolívar y Hernández, que llevó la devoción a la Altagracia a Venezuela. Simón Bolívar (el Libertador) recibió en herencia el cuadro de la Altagracia, que fuera del P.Bolívar y lo «conservó siempre» . Ese cuadro lo veneró después el pueblo venezolano en un altar de Caracas.

A manera de Epílogo:

Al hablar del cuadro de Higüey, creo conveniente hacer notar que modernamente se está cometiendo un error al presentar como Virgen de La Altagracia una serie de cuadros, donde la figura de San José está a la altura de la Virgen.

El cuadro de Higüey es la perfecta expresión de la Alta-gracia de María, presentándola con la prerrogativa principal de Madre de Dios. San José, más reducido de tamaño, con una vela en la mano, está significando que solo es el cuidador, el custodio de la Virgen y el Niño y que incluso podía no aparecer en el cuadro, sin que la Altagracia perdiera su esencia. Esas representaciones no son la Altagracia, sino la Sagrada Familia, donde, ahora sí, San José es figura principal de una escena familiar.

DANIEL GUERRA, Padre Carmelita descalzo, Madrid, España.